miércoles, 28 de diciembre de 2011

2011 año internaconal de los bosques (…) - Nota por Agustín Echegoyen -



El año 2011 fue declarado por la ONU como año internacional de los bosques resaltándose la importancia de las áreas forestales para el bienestar humano.
Dicha declaración es de vital importancia para quienes trabajan en este ámbito desde la perspectiva de la conservación y desde la biodiversidad.
Se convierte así en una forma de re-conocimiento para la labor de aquellos que hace tiempo remarcan la importancia de los "bosques” en la vida de las diferentes poblaciones.
Se bien la declaración es una señal muy interesante no se puede dejar de resaltar la tensión que comporta en relación a nuestro medio y al uso que se le ha dado.
Dicha tensión se desglosa a partir de la cuestión terminológica misma, haciéndose necesaria la siguiente distinción: Bosque en tanto “conjunto de árboles” originarios.
La importancia de la declaración mundial debe ser evaluada en su pretensión globalizante y la mencionada distinción debe ser puesta en cuestión al “festejar” nuestros “bosques”.
En Uruguay como en casi toda América Latina el bosque es el Bosque Indígena, Autóctono, o Monte Indígena o Nativo.
Bajo tal diferencia identificamos claramente el Monte Nativo como un ecosistema desarrollado a lo largo de miles de años con los Bosques implantados con un fin de rendimiento y producción comercial.
En tal sentido se plantea que es el “Monte Indígena mucho más que un conjunto de árboles” (1) y se debe evaluar su importancia en áreas como: conservación del suelo, conservación de cursos de agua, fijación de carbono y producción de oxígeno, producción de alimentos, desarrollo de la biodiversidad de la flora y fauna, fuente de abrigo y madera, fuente de elementos medicinales. Todos estos elementos conforman una compleja trama simbólica en la identidad de la población.
En Uruguay esta compleja trama opera en la memoria de los pueblos, al igual que ocurre en otras partes del mundo, expresándose en cuentos, leyendas y diversos saberes vivos en la gente.
Tal como han expresarlo desde el ámbito “forestal” el Monte (o tal vez el bosque…) no está suficientemente anclado en el imaginario colectivo como en otras culturas (2).
Ante este planteo debemos pensar fríamente su veracidad o falsedad.
Ante el crecimiento explosivo de las industrias relacionadas al agro se ha extendido, en nuestro medio dominado fuertemente por una visión urbana, una visión técnica sobre los componentes del ámbito rural en un escenario que no ha variado el constante éxodo de los pobladores rurales a las ciudades.
En estas condiciones la pregunta es ¿ausencia de diferentes elementos en el imaginario colectivo? o ¿Imposibilidad de re-construcción de los saberes presentes en las personas? 
Estos elementos nos ponen en contacto directo con la sensibilidad necesaria para la conformación de colectivos y la comprensión de los procesos socio-históricos…


(1) Carrere, Ricardo. Monte Indígena. Mucho más que un conjunto de árboles. Nordan comunidad. Montevideo. 2010.
(2) La investigación en ciencias forestales en el año internacional delos bosques. Revista INIA Uruguay. Revista Nº 26. Setiembre 2011.





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